martes, 4 de mayo de 2010

Marea negra del golfo de Mexico

El vertido que se extendió el pasado 20 de abril en el Golfo de México tras una explosión e incendio de una plataforma de la empresa British Petroleum (BP) amenaza ya la costa estadounidense. La Guardia Costera, la propia petrolera BP, pescadores y hasta convictos de Luisiana se han unido para frenar la llegada en las próximas horas de la mancha de crudo a la línea costera.
El Gobierno de Estados Unidos ha calificado los efectos de este vertido como una "catástrofe nacional". El Departamento de Defensa ha enviado equipos especiales después de que las autoridades hayan advertido de que la situación es más grave de lo que se creyó en un primer momento. La base conjunta de la Armada y la Fuerza Aérea en Pensacola, en Florida, ha comenzado a distribuir líneas de barreras flotantes, lanchas de limpieza y equipos de bombeo como parte de un acuerdo de colaboración con el Servicio de Guardacostas. Defensa ha informado además de que evalúa la posibilidad de enviar tropas para unirse en las labores de limpieza una vez que la mancha toque tierra.
La marea negra podría tocar las costas de Luisiana antes de lo que habían previsto en un principio las autoridades en Washington, señaló el gobernador de ese estado, Bobby Jindal. "El primer impacto ocurrirá en la zona de Pass-A-Loutre (una reserva de vida salvaje) y el sábado llegará a las islas Chandeleur", dijo en una conferencia de prensa el gobernador, que poco antes había declarado el estado de emergencia. Ambos puntos se encuentran en el delta del río Misisipi y la mancha de petróleo está a sólo cinco kilómetros de lugar, según confirmaron fuentes de la Guardia Costera.
El gobernador también señaló que BP ha aceptado que pesqueros y camaroneros de la región se sumen a la lucha contra el petróleo. Agregó que el estado, que ha instalado 30 kilómetros de barreras flotantes, ha iniciado un entrenamiento rápido de reclusos para que ayuden a limpiar las costas y animales contaminados por el petróleo.

Marea negra del golfo de Mexico

El vertido que se extendió el pasado 20 de abril en el Golfo de México tras una explosión e incendio de una plataforma de la empresa British Petroleum (BP) amenaza ya la costa estadounidense. La Guardia Costera, la propia petrolera BP, pescadores y hasta convictos de Luisiana se han unido para frenar la llegada en las próximas horas de la mancha de crudo a la línea costera.
El Gobierno de Estados Unidos ha calificado los efectos de este vertido como una "catástrofe nacional". El Departamento de Defensa ha enviado equipos especiales después de que las autoridades hayan advertido de que la situación es más grave de lo que se creyó en un primer momento. La base conjunta de la Armada y la Fuerza Aérea en Pensacola, en Florida, ha comenzado a distribuir líneas de barreras flotantes, lanchas de limpieza y equipos de bombeo como parte de un acuerdo de colaboración con el Servicio de Guardacostas. Defensa ha informado además de que evalúa la posibilidad de enviar tropas para unirse en las labores de limpieza una vez que la mancha toque tierra.
La marea negra podría tocar las costas de Luisiana antes de lo que habían previsto en un principio las autoridades en Washington, señaló el gobernador de ese estado, Bobby Jindal. "El primer impacto ocurrirá en la zona de Pass-A-Loutre (una reserva de vida salvaje) y el sábado llegará a las islas Chandeleur", dijo en una conferencia de prensa el gobernador, que poco antes había declarado el estado de emergencia. Ambos puntos se encuentran en el delta del río Misisipi y la mancha de petróleo está a sólo cinco kilómetros de lugar, según confirmaron fuentes de la Guardia Costera.
El gobernador también señaló que BP ha aceptado que pesqueros y camaroneros de la región se sumen a la lucha contra el petróleo. Agregó que el estado, que ha instalado 30 kilómetros de barreras flotantes, ha iniciado un entrenamiento rápido de reclusos para que ayuden a limpiar las costas y animales contaminados por el petróleo.